Cómo reconocen los examinadores la falsificación – Explicado

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Por Douglas P. Lyle

La falsificación típicamente se define como escribir o alterar un documento con la intención de defraudar. Los examinadores de documentos pueden determinar si un documento fue alterado o escrito por alguien que no sea el autor declarado, pero la determinación de si la intención del escritor era defraudar se deja en manos de un juez o jurado.

Incluso los falsificadores más cuidadosos y dotados dejan tras de sí pruebas de sus esfuerzos. Los examinadores no sólo inspeccionan los documentos a simple vista, sino que también los observan bajo un microscopio, lo que a menudo revela signos reveladores de falsificación.

Dos de los métodos más comunes de falsificación son la simulación a mano alzada y el rastreo. La simulación a mano alzada significa simplemente intentar copiar una firma o una muestra de escritura a mano, y el rastreo implica colocar otro documento sobre una firma original y rastrear sus líneas. Cada técnica conduce a varios defectos en la escritura, y un examinador puede identificarlos como resultado de la escritura de los falsificadores de una manera que no es natural. Coincidir perfectamente con el estilo de escritura de otra persona no es una tarea fácil.

Las pistas comunes que revelan la falsificación incluyen

  • Evidencia de un dibujo anterior, que puede incluir un trazado subyacente de las palabras o de la firma
  • Temblores del falsificador, que son marcas finas pero distinguibles que indican temblor en la escritura y que ocurren cuando el falsificador intenta copiar una firma o estilo de escritura.
  • Velocidad de escritura desigual y presión de la pluma
  • Vacilaciones
  • Elevadores de plumas inusuales, donde el falsificador comprueba continuamente su trabajo.
  • Parcheo y retoque, fijación o adición de marcas
  • Comienzos y finales contundentes

Otra forma especial de falsificación es la escritura disfrazada, un engaño en el que los escritores intentan camuflar su propia escritura. Muchas notas de rescate y cartas amenazantes se escriben de esta manera con la esperanza de que el autor pueda negar la propiedad en una fecha posterior. Los sospechosos a veces intentan disfrazar su escritura cuando se enfrentan a una carta incriminatoria que escribieron tontamente con su letra natural.