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Peterhof
Esta es la antigua residencia de verano de los zares rusos, a 29 millas de San Petersburgo. Es el Versalles ruso con sus fuentes doradas, palacios, pabellones y jardines ilimitados. En frente del palacio verá la espectacular vista de la Gran Cascada y la estatua dorada de Sansón que lanza plateados chorros de agua a 213 pies de altura. Un verdadero desafío será llegar al lugar favorito de Pedro el Grande, el Palacio Monplaisir, con su terraza al aire libre a orillas del Golfo de Finlandia.
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Planee dedicar la mayor parte del día a esta maravilla, y es mejor evitar los fines de semana (demasiada gente). Un consejo: «De abril a noviembre, la mejor manera de llegar es por agua, en uno de los hidroplanos del Meteorito. Salen del Palace Embankment (cerca del Palacio de Invierno) cada hora desde las 10:00 hasta las 15:30 (10 a.m. a 3.30 p.m.). El transporte terrestre es menos agradable. Pero si vas en grupo, toma un taxi. En invierno, es mejor unirse a un tour o, de nuevo, ir en taxi», dice Elena, una guía local.
Catedral de San Isaac
La catedral ofrece la vista panorámica más irresistible de la ciudad. Es de proporciones colosales, y desde su columnata se puede ver cómo la ciudad está realmente diseccionada por canales en pequeñas islas. Pero prepárese para una escalada. La Catedral de San Isaac, construida en 1858, no tiene ascensor. Tendrá que subir los 262 escalones para llegar a la cima.
Para entrar a la columnata, necesitarás un boleto separado (el boleto de entrada a la catedral no cuenta), el cual puedes comprar en las taquillas del museo, en las máquinas expendedoras de la entrada o en línea. En verano, durante las Noches Blancas de junio a agosto, la columnata está abierta a los visitantes hasta las cuatro de la mañana. Y durante las épocas frías del año está abierta hasta las 17:30 (5 p.m.). Y otra cosa a tener en cuenta: ¡Hay bastante viento en la parte superior!
Un consejo: «Es mejor comprar los billetes con una tarjeta bancaria en las máquinas expendedoras ya que normalmente hay largas colas en las taquillas. Y la mejor vista de la catedral es desde la Plaza de San Isaac (donde hay un monumento a Nicolás I)», dice Elena.
El Teatro Mariinsky
Icono cultural y escaparate de la ópera y el ballet de San Petersburgo, el Teatro Mariinsky (conocido informalmente como el Mariinka) está en la lista de visitas obligadas, junto con el borsch y las matrioskas. En tiempos de los zares era el principal lugar de reunión de la clase dirigente y la alta sociedad del país – miembros de la Familia Imperial, herederas ricas y autores famosos como Alexander Pushkin solían venir aquí.
Hoy en día, cualquiera que haya comprado una entrada para un espectáculo puede entrar en la famosa Mariinka. Los estándares artísticos del más alto nivel y las producciones a nivel internacional están incluidas. Lleve algo elegante y casual ya que la Mariinka respeta la tradición, y observar el código de vestimenta sigue siendo deseable y casi obligatorio aquí. Además, consigan sus entradas por adelantado antes de que se agoten.
